miércoles, 10 de septiembre de 2008

Una gran Experiencia.

RETIRO ANUAL DEL LAICADO CARMELITA EN VENEZUELA


Mérida fue el punto de encuentro, entre el 5 y el 7 de septiembre de 2008, para los Laicos Carmelitas de Venezuela. En un clima empapado de fraternidad nos reunimos las comunidades de Pam-Pam (Edo. Trujillo), La Concepción, Lagunillas y Ciudad Ojeda (Edo. Zulia), La Victoria (Edo. Aragua), Petare (Edo. Miranda) y la comunidad anfitriona Mérida.

En esta ocasión Fray Manuel Moreno O. Carm condujo a los asistentes por los caminos de la Sanación Interior, bajo el lema: “El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa” (San Juan de la Cruz).

Fue un encuentro intenso, que pasó por todas las dimensiones del ser humano: Espíritu, Mente y Cuerpo, llegando a la conclusión que para sanar interiormente debemos encontrarnos con el amor misericordioso de Cristo clavado en la cruz, cuando dice al Padre: “Perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34), es en ese encuentro donde la rabia y el rencor quedan desarmados en nuestras vidas y somos capases de enfrentar, con la mirada de Jesús, a ese individuo que nos hirió o esa situación que nos hace daño, porque encontramos en esa persona a alguien tan frágil y tan necesitado de amor como nosotros mismos. Este retiro toco profundamente la sensibilidad de todos los allí presentes, porque nos llevó a adentrarnos y enfrentarnos con esos fantasmas del pasado, rencores, rabias que tal vez se creían disipadas pero que aún están presentes en nuestras vidas, y desde ese enfrentamiento comenzar el camino de la sanación y el perdón.

En esta experiencia se puso de manifiesto el crecimiento que hemos tenido como Familia Carmelita: el gozo en los momentos de silencio, la capacidad de poner la experiencia de vida al servicio de los demás, los pequeños detalles, y las ganas de seguir trabajando por un laicado Carmelita cada día más fortalecido por la gracia del Espíritu Santo.

Para finalizar, no se puede pasar por alto la labor titánica que tuvieron los postulantes: Luís, Douglas y Julio César, acompañados por los padres Agustín Cobos y Manuel Sánchez, para hacernos sentir como en casa; a todos ellos una vez más nuestro agradecimiento, porque es en estos momentos en que se pone de manifiesto que todos somos una sola familia: religiosos, religiosas y laicos trabajando por el Carmelo venezolano.


Laura Maldonado, Laica Carmelita de Petare.
10 de Septiembre de 2008.

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